¡Qué desgracia, usted se inmuta...!

La semana pasada estuve conversando con un amigo que decía que los valores se pierden cuando no se practican. Además, me hacía una comparación en la que afirmaba que, cuando en la familia se pierden los espacios de diálogo, entonces se pierde el interés por el otro.


En nuestra realidad social me pareció muy interesante poder aplicar esta analogía pues en cada área de nuestras diario vivir hay espacios que dejamos perder, por ende, dejamos perder nuestro interés por los demás.

Al preguntarme en qué momento en nuestras familias se marca más profundamente el interés por el otro, tuve que devolverme a mis años de adolescencia donde recordaba mis discusiones frente a la jerarquía: las discusiones eran por posiciones y no por intereses. Mis papás decían que sí o que no porque eran “los papás”… y yo no podía refutar nada, su posición era más fuerte que lo que a mí me interesaba. Conforme crecía, la discusión de intereses aumentaba y por ende el diálogo con ellos mejoró muchísimo.

Nuestras familias viven transformaciones según la edad de los integrantes. Esto permite que las jerarquías familiares tiendan a hacerse más sensibles para dar paso a diálogos más profundos, o en caso contrario, darle paso a la rebeldía sin causa noble.

Darle paso al interés más que a la posición llega a plasmar más momentos de encuentro que momentos de alejamiento. Entonces, hay que practicar el valor de interesarse por los demás, de lo contrario, seremos inútiles en nuestra capacidad de servir y de administrar.

Un reflejo de esto es la agresión en que vive nuestra sociedad. Lo que prima es tener lo del otro, sin importar nada más. Hay casos donde incluso ni siquiera la vida de la persona ha importado.

¿Cuál es el problema entonces? Sencillo, si cuando llego a cualquier situación el otro no me importa, entonces soy un motor del retroceso social.

Probablemente a usted le pase, por eso es necesario que se pregunte a usted mismo: ¿saluda en su casa solamente con el "ya llegué", pero con ganas de acostarse en su cama sin hablarle a nadie? Cuando hay alguien visitando en su casa, ¿usted se inmuta? Si contesta que sí, usted es un candidato de alto perfil a perder espacios de encuentro. Esto llevará también al desinterés de los demás por usted.

¿Cuántas horas a la semana conversa usted con cada una de las personas que habitan con usted? Sí, pregúntese por cada una, no en general.

¿Ya en su casa perdieron el espacio del diálogo o será que nunca lo han tenido? ¿En qué área pretende estar en los próximos meses? ¿Quiere ser cómplice de los que viven en los pasos del retroceso o en los del progreso humano?

Creo que usted es muy capaz del progreso. Así que no deje de intentarlo. Déle vida a los valores dándose el valor en la vida de interesarse también por los demás.

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