Calvario para adoptar un hijo


Calvario para adoptar un hijo

·         Ser infértil es un duelo familiar y adoptar es un martirio. Así lo definió “Ana”, una mujer que decidió adoptar con su esposo después de intentar de revertir la infertilidad que vivían.


La adopción de niños en Costa Rica es considerado un proceso complicado para quienes se animan a asumir este camino. Así lo definió una mujer (a quien llamaremos  “Ana”) después de participar en el procedimiento que el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) establece para los matrimonios que no pueden concebir hijos.

El artículo 100 del Código de Familia establece que “la adopción es una institución jurídica de integración y protección familiar, orden público e interés social y que constituye un proceso jurídico y psicosocial, mediante el que el adoptado entra a formar parte de la familia de los adoptantes, para todos los efectos, en calidad de hijo o hija.”

El procedimiento para la adopción de un menor puede durar hasta cuatro años a partir del momento en que inicia el proceso especial de protección. Este proceso se establece cuando el PANI adquiere la custodia del menor después de haber agotado la posibilidad de mantenerlo con sus padres biológicos u otros familiares. 

Por otra parte, existe el proceso paralelo de los solicitantes de adopción. Según la Oficina de Adopciones del PANI la pareja tiene que llenar varios documentos y pasar varias pruebas  para que sean calificadas como aptas para la adopción (ver nota “Un calvario para un embarazo de cuatro días”).

Sin embargo, el proceso no llega aún al final. Escoger la familia para un niño implica un desgaste fuerte para la pareja porque tiene que pasar por un Consejo de Adopciones para determinar  las condiciones de la pareja y así dar el visto bueno para el siguiente paso: ver la reacción entre el niño y los futuros padres en el momento en que se conocen por primera vez. 

Si la reacción es positiva, la adopción se realiza ante un juzgado siempre y cuando el niño esté declarado en abandono por parte de los padres biológicos. En caso contrario, el niño es entregado a la pareja en calidad de depositarios temporales, lo que implica que aún no puede ser adoptado pero sí pueden custodiarlo por un tiempo determinado.

Para el gerente técnico del PANI, Jorge Urbina, las parejas también definen parámetros que discriminan a los menores. Estos parámetros determinan el perfil del niño que desean adoptar y esta información se toma de las entrevistas y en la documentación que presenta la pareja. 

“La mayoría quiere un solo niño y casi ninguna familia quiere menores con discapacidad, enfermedades crónicas o historial de abuso. Muy pocas optan por pequeños con antecedentes de orden psiquiátrico”, mencionó Urbina en una entrevista de La Nacion realizada por el periódico La Nación.

Un calvario para un embarazo de cuatro días

“Ana” decidió con su esposo adoptar a un niño después de varios intentos fallidos para lograr concebir un hijo a través de diversos métodos de fertilización. Cuando se informó del procedimiento se llenó de mucha ilusión. Sin embargo, esta ilusión solo estuvo presente al principio y luego al final del proceso de adopción.

“El proceso no es nada bonito. Hay un período de duelo en la familia cuando descubre que es infértil. Tener la posibilidad de adoptar ilusiona mucho, pero en el camino se pierde completamente” mencionó.

Ana presentó los documentos que le solicitaron, después tuvo que hacer una valoración psicológica y otra social para que pudiesen ser elegibles como familia para adoptar un niño.

“Cada valoración cuesta cerca de 300 mil colones. Sin embargo, el PANI también ayuda a las parejas que no tienen esa posibilidad”, recordó.

Después de esperar dos meses por una respuesta, Ana y su esposo fueron llamados para una entrevista donde les preguntaron sobre su vida de pareja, el entorno familiar, la situación económica en la que vivían. Según ella, tuvieron que presentar otro documento donde mostraban sus movimientos económicos y las proyecciones para cuando tuviesen ya al niño en casa.

“Ahí nos entregaron otro documento, que por cierto, tiene preguntas engañosas. Es un cuestionario donde le preguntan sobre condiciones del niño que uno desea y con respuestas de sí o no” recalcó.

Tiempo después el PANI les indicó que eran una pareja elegible. Sin embargo pasaron dos años sin respuesta alguna. “Ahí nos dijeron que no tenían niños con las condiciones que habíamos respondido. Luego nos percatamos que hicieron una interpretación de las respuestas sin hacernos una entrevista. En esa interpretación nos tachaban de discriminadores y por eso digo que esos cuestionario son engañoso” afirmó Ana con enojo.

La entrega de los niños para el proceso de adopción no es por el orden de solicitudes. Según Urbina, los niños se entregan a las familias que estén mejor calificadas en el momento. En una de las consultas realizada por Ana, una de las trabajadoras sociales le explicó que la carencia las tiene la familia, no el niño.

“Poco a poco perdí la ilusión. Insistí, pero no me dejé agotar. Nosotros queríamos adoptar” mencionó “Juan”, esposo de Ana.

Al año y medio volvieron a consultar en las oficinas del PANI y encontraron que sus datos habían caducado y que no les habían avisado. Tenían que volver a hacer todo el papeleo, incluso las valoraciones psicológicas y sociales.

“Ahí nos dimos cuenta que los niños crecen y crecen y que eso implica disminuir el interés por el niño, pues las parejas prefieren a los niños con menor edad” comentó Ana.

Por su parte, Juan fue más enfático. “Eso lo hacen para justificar puestos. Para actualizar los datos, tenemos que pasar por un abogado del PANI, por una secretaria, por la psicóloga, la trabajadora social y finalmente esperar a que el mensajero nos envíe los documentos a la casa porque no los dan en las oficinas si uno se presenta. En eso duran meses.”

Para Juan y Ana, este proceso era como vivir en un engaño pues recalcaron que  siempre les decían que eran idóneos para adoptar pero les hacían una novela con los datos y las interpretaciones.

Llamada. A pesar de la frustración de este matrimonio, todo les cambió al recibir una llamada del PANI. “Me llamaron y me dijeron que me presentara para otro papeleo. Cuando llegamos, nos presentaron a quien hoy es mi primer hijo. Interactuamos por unas cuatro horas y él estuvo cómodo con nosotros” relató Ana.

“Todo fue muy rápido. En cuestión de horas nos dijeron que ese iba a ser nuestro hijo y que nos lo entregarían dentro de cuatro días” dijo Juan.

Ana no se quedó atrás: “fue como un embarazo de cuatro días. No teníamos ropa para darle pero corrimos con todo para darle lo mejor. Nuestros familiares nos ayudaron y hasta hoy ha sido la mejor experiencia que hemos tenido”.

Pero eso no acabó ahí. Cuatro meses después tuvieron que presentarse al Juzgado de Familia para que la jueza declarara abandonado al niño por parte de sus padres biológicos. Para suerte de Juan y de Ana, la madre biológica no se presentó y esto dio paso para que ahora puedan ya inscribirlo en el Registro Nacional como depositarios permanentes del niño y por ende, darle los apellidos a quien, al nacer, fue desconocido.

DE PATADAS EN LAS BOLAS


Una semifinal sin resultados lógicos
DE PATADAS EN LAS BOLAS
·        El espectáculo debe cambiar de rostro

  
La semifinal cuenta con 44 jugadores detrás del balón
que buscarán dar el toque mágico para llegar a la final

Por un lado, los saprissistas se fustraron por no ganarle en su propia casa al Alajuelense. Por el otro lado, los “cartaguitos” brincaron de la felicidad cuando metieron el primer gol al Herediano pero luego la felicidad se les pasó de bando y perdieron.


La semifinal tiene a más de uno contento. A otros los tiene prediciendo resultados y los optimistas de los vencidos dicen que sus equipos volcarán los marcadores. ¡Oh mundo de contrastes, portador de oportunidades!

Fue portero del Deportivo Saprissa



Mario “El Flaco” Pérez: un héroe morado

  • Estuvo en la banca durante la primera final entre Alajuelense y Saprissa.
  • Hoy tiene nacionalidad tica y española, pero en aquel entonces no pudo ir a jugar en segundas del Barcelona por no haber estado inscrito.


Pablo Zúñiga



Mario "El Flaco" Pérez vive en Barrio Córdoba, Zapote
Le gusta ver el béisbol pero cuando era niño, no habían canchas para jugarlo. A los siete años se pasaron a vivir de Heredia a Barrio México, en San José y la cancha que estaba frente a su casa fue su área de entrenamiento que al final lo convirtió en el portero del Deportivo Saprissa.

La familia de Mario “el Flaco” Pérez no era una familia pobre ni muy rica. Tenían para vivir con lo que era necesario. Él era el segundo de los tres hijos. Sin embargo, para navidad, lo que pedían entre los tres era una bola de fútbol. “En aquellos tiempos los balones eran de cuero y  las de buena calidad venían de Argentina” mencionó Pérez.

El balón lo aprovechaban durante todo el año. “Mi hermano mayor era muy bueno pateando y a mí me tocaba atajarle los tiros. Mi hermano menor nos acompañaba, pero era como mantequilla” recordó mientras una sonrisa se le dibujaba y los ojos miraban hacia arriba  con gran brillo.

En Barrio México disputó en ligas menores con el equipo Radar y hubo un solo campeonato en el que jugó como portero. No pudo recordar si habían ganado o perdido. Su papá era español y lo afilió a los nueve años a la Liga Gimnástica Española, donde los primeros campeonatos se disputaban en la Plaza González Víquez.

Flaco y alto


Cuando cumplió 15 años, había alcanzado 1,90 metros de altura. Para entonces, los reglamentos tenían tres variables para determinar la participación de un jugador en las diferentes ligas: el peso, la altura y la edad. Ahí empezó el problema: por la altura, ya no podía jugar en ligas menores, por lo que le tocaría jugar en tercera división, pero no tenía la edad suficiente ni el peso necesario.

“A esa edad estaba en el equipo Nicolás Marín y era dirigido por un señor de apellido Artavia. Él no me ponía a jugar por miedo a que me golpearan ya que yo era muy delgado. Siempre estaba en banca” indicaba Pérez con cierto sinsabor.

La suerte cambió cuando un amigo que jugaba en la tercera división del Saprissa le pidió que fuera a jugar con ellos un feriado. “Yo me puse el uniforme de portero debajo de la ropa y me amarré los tacos a la cintura, como se acostumbraba en aquella época. Cuando llegué, resultó que el portero no llegó a jugar por lo que mi amigo me propuso para atajar  y  Felix Piedra, entrenador del equipo y hermano del entrenador de la Selección Nacional, Alfredo Piedra, aceptó. Fue la primera vez que jugué con el Saprissa”, dijo.

Ese mismo día, Piedra le pidió que llenara una fórmula de inscripción para que pudiese jugar en tercera división. Se requería la firma del padre de familia por ser menor de edad, sin embargo, el papá de Pérez trabajaba fuera de la ciudad por lo que tuvo que firmar la mamá. Además, lo invitó para que llegara al partido del domingo siguiente que tenían contra el Vizcaya. Ese día lo puso como titular.

La inscripción fue por dos años y cuando el Flaco Pérez llegó a los 17 años de edad, empezó a jugar en primera división cuando se encontraba cursando el cuarto año en el Liceo de Costa Rica. “De tercera división pasé a la primera entrenando durante el campeonato de 1952, por eso puedo decir que yo no soy de la cantera del Saprissa”, afirmó.

Para los juegos intercolegiales, la organización le prohibió jugar pues en 1953 ya era jugador regular y ya lo conocían como Mario “el Flaco” Pérez, pues así le decía Luis Cartín por lo alto y por las 160 libras que pesaba. Además, tenía un salario de 50 colones al mes, lo que les permitía categorizarlo como profesional.

Trabajar y jugar


A finales de 1953, ya empezaron a pagarle como profesional y recibía 500 colones.  Al año siguiente empezó a trabajar en la Contraloría General de la República y ganaba 450 colones mensuales. “Este salario más lo que me dejaba el fútbol me hacían ganar más que mi jefe”, recordó Pérez. A su mamá le daba el salario de fútbol para ayudar en las necesidades de la casa, principalmente con los estudios del hermano menor.

Pérez inició sus estudios en la Universidad de Costa Rica (UCR) en las antiguas instalaciones que se ubicaban en lo que hoy es la Corte Suprema de Justicia. Ahí empezó a estudiar administración de empresas. Su deseo era estudiar arquitectura pero no pudo lograrlo ya que esa carrera la daban solo en las mañanas y en el trabajo no le daban permiso.

“Como esa carrera no me gustaba, ganaba y perdía materias. Yo iba a brincos y a saltos con los cursos por lo que me metí a sacar un título de contador en la Escuela Castro Carazo pues eso me daba un respaldo para trabajar en la Contraloría. Ahí obtuve el título de Tenedor de Libros”, mencionó.
Luego siguió estudiando para sacar el título de contador, sin embargo, empezó a entrenar más seguido por lo que no concluyó los estudios.

En 1966 retomó los estudios. Esta vez se dedicó a estudiar administración pública con énfasis en auditoría. “Eso me permitió avanzar en la Contraloría y ascender en varios puestos.  Luego entré a unos cursos de tres años que la Contraloría daba con la Universidad de Costa Rica. Eran cursos de profesionalización internas y saqué las mejores notas junto a otros compañeros”, recordó Pérez sobre sus estudios y trayectoria durante 32 años en la Contraloría General de la República.

 “Los entrenamientos eran en La Sabana, por lo que agarraba el tiempo del almuerzo. Lo que hacíamos era correr y luego mejenguear. Tenía la ventaja que en el trabajo me daban 5 minutos más de gracia” comentó .

Barcelona


En aquel tiempo, no existía la ley que le permitía a una persona demostrar que era hijo de un español para que fuese  inscrito como tal en la embajada española, pues ese trámite solo podía realizarlo el padre.

En 1958, Antonio Escarré, quien era catalán, quiso que Pérez fuera a jugar como prueba en el equipo de segunda división del Barcelona. “Flaco” Pérez es hijo de un español, sin embargo, su padre no le inscribió en la embajada de España, por lo que la oportunidad se le esfumó.

En la actualidad, la ley sí le permite al hijo demostrar que si su padre era español puede acoger la nacionalidad española.  Por tal motivo, Pérez decidió hacer la gestión correspondiente  y ahora goza de la doble nacionalidad, al igual que un hijo suyo. Su inscripción está en Galicia.

Portugal 


Sin embargo, las posibilidades no se agotaron. Otto Pedro Bumbel, un brasileño quien fue entrenador de la nacional,  encantado por la forma en que jugaba Pérez, le llamó para que jugara como arquero en el Oporto de Portugal. Iría con todo pago, con buen salario y buenas oportunidades.
Pérez se casó sin tener nada en Costa Rica y alistó todo para viajar con Marielos, su esposa, a  Portugal. Una semana antes del viaje, le llegó un telegrama en el cual indicaba que ya no sería contratado por el Oporto. La razón: una nueva reglamentación en el fútbol portugués ponía un límite de cupos para extranjeros y el cupo ya estaba lleno. “Tuve que irme a vivir con mis suegros”, comentó.

Anécdotas


En 1959, Mario “el Flaco” Pérez fue uno de los 18 jugadores del Saprissa que participó en “La Vuelta al Mundo”, un viaje que realizaron a diversos países durante tres meses, midiéndose con toda clase de equipos.

“La vuelta al mundo fue un atentado. En Austria el frío era incomparable y por eso perdimos 6 a 1 contra ellos. En Venezuela hicimos un juego muy lindo y los periódicos decían que solo el Saprissa y un equipo llamado los Millonarios habían dado un espectáculo de altísima calidad como extranjeros” relató.

En total jugaron 22 partidos, de los cuales ganaron 14, empataron uno y perdieron siete. Anotaron 66 goles y les metieron 46.

Durante el viaje, a Pérez se le murió su padre. Esto le impactó muchísimo. “Si me regresaba llegaba el día siguiente al entierro, no tenía sentido. Me quedé con el equipo y lloré mucho. Mis compañeros se unieron al dolor y me fortalecían con su compañía” recuerda el Flaco Pérez.

La experiencia del viaje le fue de aprendizaje. “Un equipo profesional no hace semejante barbaridades como la hicimos nosotros. Fueron 90 días entre aeropuertos, hoteles y estadios” alegó. Además agregó que “al segundo mes ya nos veíamos de mal modo y empezábamos a pelear entre nosotros, la comida nos caía mal, los cambios de clima nos afectaba muchísimo y el equipo estaba desgastado”.
Para Pérez, en ese viaje recorrió muchos países, pero no los conoció por el ritmo que llevaban. Se retiró del fútbol en 1971.



Un cambio


Pero hay un momento que el “Flaco” Pérez no olvida. Una vez se enfermó gravemente con una infección en los pulmones. Para ese entonces, ya tenía años de haberse retirado del fútbol. “Antes Saprissa velaba por mi salud, yo no tenía preocupación alguna por eso, pero luego el asunto cambió… me tocaba a mí solito atenderme”, indicó.

Le internaron en el Hospital Clínica Bíblica y la situación era compleja. Hubo un día en que una capellana se le acercó y le preguntó si quería que orara por él. “Ella oró por mí, yo no”, contó con seriedad.

“Ella me regaló la primera Biblia que leí. En mis tiempos no podíamos leer la Biblia porque no teníamos quien nos la explicara. Ella me dijo que leyera primero el Antiguo Testamento, luego el Nuevo testamento y que al final, volviera a leer el Antiguo Testamento. Así lo hice y fue la segunda vez que me encontré con Jesús. La primera vez había sido en la primera comunión y en esta ocasión mi vida dio un cambio”, mencionó.

Según Pérez, siempre se encomendaba al Señor cuando jugaba pues siempre supo que había un ser superior. No le pedía por el triunfo. “Yo le pedía poder desarrollarme y también para salir íntegro físicamente, tanto mi adversario como mi persona” dijo.

Recomendación. 


“Siempre me dije que hay alguien igual o mejor que yo. La fama realmente embriaga y nadie mejor que uno mismo sabe lo que ha hecho bien o mal. Por eso, siempre me autoanalicé porque soy consciente de ser mi mejor crítico. Ese es un ejercicio que debe realizar toda persona” enfatizó el “Flaco” Pérez ya con su pelo de blancas líneas.

Su nombre forma parte del Salón de la Fama del Deporte Costarricense desde el 2001. El jurado dijo: .
Mario Pérez es considerado el Mejor Arquero Nacional, por su carácter valiente, decidido y por sus grandes cualidades para dirigir a la defensa en aquellas ocasiones en que había peligro frente a su marco. Además cuenta con un impresionante historial al lado del Deportivo Saprissa y de la Selección Nacional, al tiempo que su vida personal y profesional son un ejemplo para todos los ciudadanos, quienes pueden encontrar en su carrera motivos significativos de inspiración y lucha”.

Y sus ojos cristalizaron cuando me dijo "No tuve papá"...

Me puso el audífono en la oreja. Esa canción me llamó mucho la atención, no por la letra, sino por lo que provocó en los ojos de alguien que recién conocía.

Lo grandioso de viajar en bus es toparse con la gente. En este caso era un viaje de unas 10 horas con subidas y bajadas, típico tour.

La canción hablaba de lo que ella había soñado: tener un papá que la chineara. Un papá que la extrañara el día que se fuera ella de la casa. Un papá que rezara con ella.

No les miento que el cantante era muy acertado en todo lo que uno sueña como papá; pero me tenía más impactado la forma en que el corazón palpitaba en los ojos llorosos de aquella joven.

Hoy, es tan común como antes.  A muchos les falta el papá o la mamá. Muchos ni siquiera le conocen. Son personas que valoro.

Es profundo el sentimiento que provoca el imaginar el momento en que uno tenga que despedir a alguno de los papás. Pero no puedo ponerme en los zapatos de aquellas personas donde alguno de ellos despidieron a sus hijos al no reconocerles o al abandonarlos cuando niños.

A estas personas, que no tienen o no conocieron al papá o a la mamá, les admiro. Les admiro.
Son personas que han crecido encontrando el amor en otras personas, muchas de ellas muy pasajeras… solo en ciertos momentos de la vida.

Cuando se levantan con el deseo de conocerlo, el esfuerzo es duro. No saben si ya murió, no saben cómo reaccionarán al verles… y mejor aún, se cuestionan qué pasará en el momento en que la vean aquella persona que no les quiso ver desde pequeños.

Admiro la valentía. Les admiro porque a pesar del sufrimiento, siguen vivos, siguen intentando ser gente buena. Les admiro porque a pesar del vacío, buscan amor dando amor. Les admiro porque se levantan cada vez que alguien les traiciona.

Les admiro cuando se proponen metas y buscan forjar su propio plan, para no ser parte de otros. Y les admiro, porque cuando tienen un hijo, les da todo el amor que no recibieron, pero que construyeron a punta de cicatrices.

Muchos tropiezan al buscar amor. Son personas que les tiembla el corazón con una mirada que muestra el dolor, pero que no les tiembla el ánimo para levantarse y sonreír de nueva para buscar el buen amor.

Pero son personas que intentan ser mejores. Por eso les admiro y cada día les respeto más.



Un daño causado


 Iba buscando un par de cosas en cierto supermercado. De repente, vi sus dos nietos dentro del carrito de compras. Me  sorprendió, porque iban del lado de los productos: dentro del carrito.

Yo, después de ver a sus nietos, alcé la mirada para ver al abuelo. Muy cortésmente me saludó, lo que inmediatamente respondí en forma respetuosa, aunque mi mente viajaba en el archivo de imágenes para vincular con un nombre. En milésimas de segundos lo logré.

Mientras él empujaba, a su lado iba su esposa. Ella, con delicado vestido, mostraba en su maquillaje la seguridad de caminar por este lugar sin tener miedo al público. Su rostro era de firmeza, aunque más bien se podía confundir con cierto enojo. Él no tanto. Su sonrisa era cordial, pero no tan natural como lo querían mostrar sus ojos.

Su figura era para sacarme una foto con él,  pero no. Incluso me la hubiese tomado y me hubiese atrevido a subirla a mi facebook, pero no.

Por un lado, él busca demostrar su inocencia, pero no se logra ver así... al menos esos son los comentarios que escuché en el supermercado.

Los medios de comunicación informan y su rostro se ve desgastado. Muchos lo quieren libre, pero no.
Me he topado con un expresidente de la República en el supermercado. Le vi su sonrisa cordial, tratando de recuperar su popularidad, pero no. Ya el daño está hecho… sea el que él mismo se provocó o el que los medios de comunicación le provocaron.

La sensación fue curiosa. Si su persona fuese de una gestión intachable, probablemente no habría podido andar por el supermercado caminando, pues mucho se le acercarían para saludarlo y no podría comprar con tranquilidad.

Muchos queremos una foto con personajes de buen renombre. Imagínese que estoy esperando ir al supermercado y toparme a Franklin Chan para sacarme una foto con él y subirla en las redes sociales que uso. ¡Al fin y al cabo, los buenos personajes siempre son inspiración para muchos! Así quiero sacarme una foto con un buen gobernante.

Si el político hace mal su trabajo o se le juzga como mal, ningún costarricense se sentirá orgulloso de subir una foto a la par del político en Facebook o de mostrarla con tranquilidad a la gente.

Por eso, simplemente dejé pasar a don Miguel Ángel y a su familia. Y así dejaré pasar a muchos otros gobernantes que no me hagan sentir orgulloso por su gestión política. Más si son aquellos que no defienden a los pobres, o los que no gobiernan con claridad, o a aquellas que no dejan gobernar.




ASí pasé mis últimos días con 29 años...



Esto fue lo que pensé la última semana de mis 29 años. Quise proponerme varias cosillas para esta década...






Dia 8:  que en los 30 logre ser mejor persona

Día 7: que en los 30 pueda iniciar y dejar muy avanzados los proyectos más importantes de mi vida.

Día 6: que en los 30 pueda compartir los buenos caminos a todas las personas posibles

Día 5: que en la década de los 30 me involucre en la toma de decisiones a nivel nacional.

Día 4: que en los 30 mi fe se incremente más y más; y que esa fe pueda vivirla intensamente con los que me rodean.

Día 3: Que en los 30, pueda disfrutar las grandezas de la familia!

Día 2: Que en los 30 pueda asumir cada dificultad con inteligencia

Día 1: Que en los 30 pueda realizarme bastante y pueda ayudar en la realización de otros

Día del cumpleaños: Inicio mis 30!!! Muchas gracias Dios por todas las muestra de cariño que me has dado! Bendice a todos mis amistades, a mis familias y que a ninguno les falte la luz de tu espíritu en su diario caminar! YO, inicio mi día celebrando la vida! Un gran abrazo.

Espero poder cumplirlo.
Saludos

EL COMUNICADOR, UN AGENTE DE CAMBIO

Nada existe más hermoso y más desafiante que trabajar en la verdad. De ahí, usted podrá encontrar un camino para aceptar o rechazar. Al fin y al cabo, usted lo que busca es caminar para su bien y el de todas las demás personas.
Aunque el comunicador no es el espejo de la verdad, sí es un pedacito de ella cuando realiza con responsabilidad su trabajo. Otros comunicadores pueden ser vistos como competencia, sin embargo, en temas de oficio, el conjunto de comunicadores nunca dará tendrá una solución vacío. Al contrario, son excelentes aliados para hacer reflejar en mayor grado la verdad.
Para ser un comunicador que realmente logre reflejar el brillo o lo opaco de una situación, se requiere de una actitud que constantemente permita visualizar la generación de nuevo pensamiento en pro de la construcción del bienestar de todos. Por eso, usted logrará reconocer un buen comunicador cuando este asuma el puesto de agente de cambio.
Para esto me apoyo en el trabajo que realizaba con varios jóvenes de diversas realidades del país en el programa Agentes de Cambio de la fundación alemana Friedrich Ebert. Este programa me enseñó a recordar constantemente tres elementos que se transformaron en retos diarios para mí. Hoy se los comparto a usted: hay que ser referente, competente y dispuesto a asumir liderazgo.
El comunicador puede estar sonando constantemente como una bombeta. En cualquier parte lo pueden escuchar. Ahí es referente pues al sonar, la gente busca en donde fue que sonó. Sin embargo, no puede quedarse allí, debe brillar también, es decir, debe ser competente en los temas que comunica para que la gente admire su trabajo iluminador.
En esto usted podría ver la gran diferencia de una bombeta que sólo suena y un fuego pirotécnico que suena pero que en realidad lo que cautiva es la iluminación que provoca. La gente puede ver la belleza de los fuegos artificiales desde muchos lugares, no necesita escucharlo.
 Pero no basta que el comunicador sea referente y competente. Se requiere de gente que realmente asuma puestos de liderazgos. Ahí está la toma de decisiones y las oportunidades para encontrarse con más personas que quieren ayudar a los más desfavorecidos. Puede ser muy bueno, o incluso ser el mejor, pero si no quiere asumir puestos de liderazgo, otra persona ocupará ese lugar.
"Quién no se forja su propio futuro, terminará siendo parte del plan de otros" me repetían una y otra vez el coordinador de aquel programa. Ser agente de cambio no lo hace cualquiera. Hay que querer, hay que prepararse para poder y hay que asumir ese deseo de ayudar a construir lo que llamamos bien común.

Una #MisaTuitera

En Twitter, el fenómeno de encontrarse con otros no solo llegar a ser por computadora... Las fiestas organizadas por tuiteros para pasear, tomarse unos traguitos o simplemente para compartir un café ha sido un fenómeno que humaniza completamente a la red pues da la oportunidad de verse en persona. 

Días atrás se les ocurrió a algunos tuiteros participar de una #misatuitera. La iniciativa la propuso Ricardo Retana (@chuletta) y fue apoyada por el cura Alvaro Sáenz (@liturgo), director de Radio María Costa Rica.

El tema atrajo a varios tuiteros y el grupo sigue creciendo. La misa será el domingo 30 de enero a las 10 a.m. en la parroquia de Nuestra Señora de Ujarrás, ubicada en Barrio Córdoba, Zapote. y será transmitida por Radio María Costa Rica tanto por web (www.radiomaria.cr) como por los 610 AM de la dial.


¿Cómo llegar a la Parroquia de Nuestra Señora de Ujarrás en Barrio Córdoba?

El templo es de un color verde-olivo. Tiene una única torre.

1.      Si viene por la rotonda de la Y Griega, se toma la calle que lleva hacia San José Centro y se sigue la línea roja punteada.

2.      Si viene de Plaza Víquez, llegar a los semáforos en las bombas gasolineras (Shell y Castrol) que están algunos metros antes del Centro Comercial del Sur, tomar la carretera que va a mano izquierda. Seguir línea roja continua.

En Bus:

Puede tomar el bus de Quesada Durán. Existen paradas al costado norte de la Iglesia de la Merced, También frente al BCR en Ave 2da y también al costado norte de la Caja. 


CUANDO LA ÉTICA CUESTA UNOS MILES DE COLONES



Usted está que se muere del dolor. Una hora antes le habían sacado un par de cordales. La primera no dolió tanto, la segunda sí estuvo muy dolorosa. Aún no le han pagado su salario y su cultura de ahorrar los pocos cincos que le quedan, los planificó para cubrir el costo de la visita donde el odontólogo.

Para aliviar el dolor, decide ir a esa farmacia en San Pedro donde hace un poco de fila pero con la seguridad de tener un muy buen precio; al fin y al cabo, usted necesita del dinero y debe ahorrar todo lo posible. Es tarde, son las nueve de la noche. El dolor le invade en dimensiones enormes y por eso le pide al doctor de la farmacia que le inyecte el anti-inflamatorio. Él se niega alegando que el medicamento tuvo reacciones adversas en varias personas a quienes le aplicó este producto a nivel nacional.

La inyección es una acción que es de muy bajo costo e incluso hay lugares donde inyectan en forma gratuita y por eso usted lo toma con tranquilidad y se va a otra farmacia para que le inyecten. En la segunda farmacia se niegan porque no la compró allí.´Se va a Plaza América, pues sabe que allí existen varias farmacias. En la tercera búsqueda, también se niegan por la misma razón: no compró el producto propiamente en ese local. Lo mismo alegan en la siguiente farmacia.

Usted entra en otra farmacia pero por lo complicado de la cirugía, usted siente que desvanece. El doctor le atiende y él se niega también aplicar el medicamento porque no lo compró en esa farmacia. Usted desesperado le suplica que, por favor, lo haga pues no soporta el dolor. El doctor aún no ha visto el medicamento. Usted le sigue suplicando que le inyecte e incluso, por el dolor que siente, le pide que le cobre más por la inyectada. El doctor se niega nuevamente porque no compró el medicamento. Usted le cuenta todo lo vivido anteriormente y le vuelve a suplicar… eso es lo que hace el dolor.

El “doctor” le dice que no era ético que en la farmacia donde compró el producto no se le aplicara y mucho menos que usted le ofrezca a él pagar más por aplicar la bendita inyección. Este personaje se enoja, le pide a usted que salga porque no acepta “el soborno” y le amenaza con llamar a seguridad. Claro que usted sale pues prefiere el dolor que pelear adolorido. Ya son casi las 9:45p.m.

En la última farmacia que le queda, el doctor le dice que él no le aplicará el medicamento por las razones que se mencionó en la primera farmacia, sin embargo, le ofrece otro producto. Usted no soporta más el dolor, accede, le inyectan y se va para casa.

¿Cómo se siente usted en este momento de la lectura? 

Cuando a mí me pasó, al llegar a casa me sentí agredido y enojado. Descubrí que la ética que me mencionó aquél doctor de la Farmacia Real en Plaza América, era válida siempre y cuando yo le comprara los casi tres mil colones que costaba el medicamento. En ética, según él, el producto tiene más valor que ayudarle a disminuir el dolor a un ser humano. Pero como él ni siquiera vio el medicamento que le pedí que me inyectara, ni se interesó por ayudarme, por ética, he decidido no volver a comprar en esa farmacia. Éticamente, la persona debe ser lo primero, no el dinero.

“Ser viceministro, significó cortar mis planes”


Un poco nervioso al preguntársele sobre sí mismo, este joven politólogo, con apenas 33 años tiene el cargo de viceministro en el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Se auto describe como una persona que le gusta la innovación, con el deseo de hacer bien las cosas, y de corregir lo que se ha hecho mal para poder avanzar. Tiene claro que le gusta una visión de cambio permanente, pero con administración, pues es consciente que todo cambio genera inestabilidad.